miércoles, 27 de junio de 2012

sueños negros

Las preguntas dan vuelta en mi cabeza
lo supe y ya no pude dormir, no pude comer
no pude dormir, no pude , no pude dejar de pensar
eso era todo lo que daba vuelta en mi cabeza
Y en la tuya, y en la mía

Fueron días y noches, fueron largas horas
minutos en donde todo se teñía de negro
así despertaba, dormía y soñaba
en un agujero negro

A veces quería que todo se desvaneciera
pedía que todo fuera un error
sí, rezaba y pedía allí arriba
que todo volviera a la normalidad

Fueron días y noches, fueron largas horas
minutos en donde todo se teñía de negro
así despertaba, dormía y trasnochaba
en un agujero vestido de negro

Las lágrimas caían en la oscuridad
caían en el agua y nadie se daba cuenta
las dudas daban vueltas en mi cabeza
miraba alrededor y estabas ahí, siempre
las lágrimas caían junto con las hojas
caían sobre tí porque siempre estuviste ahí

Fue una tarde
el sol se detuvo ante nosotros
era sólo una gota en el infinito
fue sólo un instante en el tiempo
tenía miedo y no pude abrir los ojos
pero tú estabas ahí y todo terminó

viernes, 1 de junio de 2012

un momento

acaecio la noche y el suicida del puente exalo un par de versos muertos como el al saltar... saltando los termino, mas el suicido algo freno, fue el sonido de los labios de quien el tiempo maneja, de quien su alma almacena entre sus incontables tesoro$...

-¡un momento!-, un momento elijo y exijo,
solo un instante-regalo suplico.
un espacio, señalo, que es mio
y junto mi lo requiero.
no llorar espero, al dirigir estas palabras
el momento se vive y la alegría me embarga.

ya al tenerlo, me miro y sonrió
al recordarme partido, solo y dolorido
al entenderme pasado, momento gastado y usado
por el sentimiento perdido y perdedor de la culpa
¿culpa de qué? dirá ud. culpa de verme sólito
culpa de sentirme cansado y de olvidar con cuidado
cuanto amor me entregó.

hoy sostengo lo que digo,
solo un momento pido, déjame bien mi pavor
sanar tan grande dolor, entre colores y soles
que de lunas predecesores, me permitan acercarme
a su dominio terreno, sector donde el sereno me moja
por dentro el amor.
Solicitome tan solo un segundo, para verme taciturno
frente al peso de la noche, morir una mil mas
veces en tus brazos y amarte hasta que el cielo de vida me vuelva a colmar.


un de octava me falta, otro momento prestado
mis teclas tocan con palos las cabezas del pensar,
tal vez me vea llorar al final de esta partida,
pero que bella herida entregarme al amar,
como la vieja poesía; perdida en antiguos días
me devuelvo al paso nuevo y me guardo del deshielo
deseando serte cierto compañero
hasta el final de mi cielo.