martes, 3 de abril de 2012

mi regalo

Aturdida, despreocupada e incrédula. 
De esta forma me he mantenido por años. 
Arrojando agua sobre mi rostro que me obliga a ver el todo nublado, complejo, lejano.
Pero se ha sentido bien, refrescante, frío dentro de todo el calor acumulado en mi cabeza.
Llena de pensamientos que sofocan, que incineran mis pasiones y sentidos.
Hoy tengo adormecido el espíritu, nada siente, nada ve, nada busca, solo me mantengo respirando, lento, suave. 

No hay que despertarlo.
Callada subo, dejo mis responsabilidades y me encierro en mi cabeza, me hundo abrazada a su calor y extasiada de tibieza, esperando que todo afuera pase desapercibido, que nadie se interese en golpear, y menos preguntar por mí.
Colmada de soledad, aparece una luz titilante, buscando, hurgando en mi interior, como si tuviera la seguridad de que algo aún mas brillante que si misma se ocultara en mí.
Impactada me encierro aun más, suplicando que se aleje, que se marche, no existe tal cosa en este lugar. 

Aquí todo es oscuro, nada brilla, pero se siente cómodo y fácil.
Sigo aturdida, la luz me confunde, el agua en mi cara se seca, y me mantengo sin comprender nada, desconfiada, rogando que desaparezca y deje encerrarme aquí arriba en paz.
Sigue apuntando cada rincón de mi, me oculto entre buenos recuerdos y experiencias fallidas. 

El brillo es más intenso, cuando llega a una cajita, de cristales hermosos, a la que nunca preste atención, se encontraba junto a una caja enorme llega de cosas desordenadas y que estaba muy deteriorada por el tiempo de uso que había tenido y todas las veces recurría a sus cosas y las arrancaba. 
Pero está hermosa caja de cristal, tan insignificante, tan pequeña y desapercibida, reflejaba cada rayo de luz que la tocaba, era todo un espectáculo, algo que terminó con la paz del lugar, pero devolvió a mi mente sus sentidos y pasiones, y me sentí extasiada, ya no de tibieza, si no de luz y calor verdadero.
Salí de mi escondite, me liberé de mis recuerdos y experiencias, y camine tranquila y confiada hacia el espectáculo, me acerco, levanto la caja, se siente liviana, la abro y me encuentro con la sorpresa de que no había nada en ella, miro hacia la luz un poco confundida y llena de preguntas, ella me inunda en su brillantez y me dice :  

Este es mi regalo, lo único que realmente tendrás siempre, lo que jamás te abandonará, este es tu Presente.