Aturdida, despreocupada e incrédula.
De esta forma
me he mantenido por años.
Arrojando agua sobre mi rostro que me obliga a
ver el todo nublado, complejo, lejano.
Pero se ha sentido bien, refrescante, frío dentro de todo el calor acumulado en mi cabeza.
Llena de pensamientos que sofocan, que incineran mis pasiones y sentidos.
Hoy
tengo adormecido el espíritu, nada siente, nada ve, nada busca, solo me
mantengo respirando, lento, suave.
No hay que despertarlo.
Callada
subo, dejo mis responsabilidades y me encierro en mi cabeza, me hundo
abrazada a su calor y extasiada de tibieza, esperando que todo afuera
pase desapercibido, que nadie se interese en golpear, y menos preguntar
por mí.
Colmada de soledad, aparece una luz titilante, buscando,
hurgando en mi interior, como si tuviera la seguridad de que algo aún
mas brillante que si misma se ocultara en mí.
Impactada me encierro
aun más, suplicando que se aleje, que se marche, no existe tal cosa en
este lugar.
Aquí todo es oscuro, nada brilla, pero se siente cómodo y
fácil.
Sigo aturdida, la luz me confunde, el agua en mi cara se seca,
y me mantengo sin comprender nada, desconfiada, rogando que desaparezca
y deje encerrarme aquí arriba en paz.
Sigue apuntando cada rincón de
mi, me oculto entre buenos recuerdos y experiencias fallidas.
El brillo
es más intenso, cuando llega a una cajita, de cristales hermosos, a la
que nunca preste atención, se encontraba junto a una caja enorme llega
de cosas desordenadas y que estaba muy deteriorada por el tiempo de uso
que había tenido y todas las veces recurría a sus cosas y las arrancaba.
Pero está hermosa caja de cristal, tan insignificante, tan pequeña y
desapercibida, reflejaba cada rayo de luz que la tocaba, era todo un
espectáculo, algo que terminó con la paz del lugar, pero devolvió a mi
mente sus sentidos y pasiones, y me sentí extasiada, ya no de tibieza,
si no de luz y calor verdadero.
Salí de mi escondite, me liberé de
mis recuerdos y experiencias, y camine tranquila y confiada hacia el
espectáculo, me acerco, levanto la caja, se siente liviana, la abro y me
encuentro con la sorpresa de que no había nada en ella, miro hacia la
luz un poco confundida y llena de preguntas, ella me inunda en su
brillantez y me dice :
Este es mi regalo, lo único que realmente
tendrás siempre, lo que jamás te abandonará, este es tu Presente.